El Gobierno levantó la histórica subvención, fijó nuevos precios para gasolina y diésel y declaró la emergencia económica. La medida busca estabilizar las finanzas y garantizar abastecimiento, a la par se activó un paquete de protección para frenar el impacto social
Bolivia sincera su economía; anoche el Gobierno decidió levantar el subsidio a los carburantes y fijar nuevos precios para los hidrocarburos. La medida fue anunciada por el presidente Rodrigo Paz, quien describió el momento como “uno de los más difíciles desde el retorno a la democracia” y aseguró que el país heredó “la peor crisis económica, financiera, social y ambiental de nuestra historia”.
“Si les digo que todo está bien, todos los bolivianos saben que es una mentira”, afirmó el mandatario al inicio de su discurso.
Sin rodeos, sostuvo que el nuevo Gobierno asumió un país “herido en su economía, herido en sus reservas, sin dólares, con inflación creciente, sin combustibles y con un Estado que fue vaciado desde adentro”.
En ese contexto, justificó el levantamiento del subsidio como una decisión inevitable para frenar el deterioro fiscal y garantizar el abastecimiento.
El presidente apeló a una narrativa de quiebre con el pasado. “Bolivia está enferma. La arrasaron como en la guerra. Nos dejaron solos, nos saquearon como país”, dijo, antes de señalar que no se trataba de “administrar la decadencia”, sino de actuar con “responsabilidad histórica”. Según explicó, mantener el esquema de subsidios vigente durante más de 20 años se volvió “absolutamente irracional” en un escenario energético de reservas de gas agotadas y déficit creciente.
El decreto declara la Emergencia Económica, Financiera, Energética y Social, lo que habilita al Ejecutivo a actuar con mayor rapidez y coordinación. “Tengo el deber ante la patria de decir la verdad y de actuar con firmeza. Bolivia votó por un gobierno que no les mienta”, remarcó Paz, al presentar la norma como “una decisión histórica de salvataje de la patria”.
Nuevos precios
El eje central del decreto es el levantamiento del subsidio a los carburantes y la fijación de precios “claros y públicos”. Desde la entrada en vigencia de la norma, los valores quedan establecidos de la siguiente manera: Gasolina Especial, Bs 6,96 por litro; Diésel Oíl, Bs 9,80; Gasolina Premium, Bs 11,00; Gasolina de Aviación, Bs 10,57; Kerosén, Bs 5,64; Jet Fuel, Bs 10,74; Gas Oíl, Bs 5,69; y GLP, Bs 22,50 la garrafa.
Además, este esquema de precios se mantendrá fijo por seis meses. Luego fluctuarán.
“Como dicen en la calle, nos tenemos que sincerar”, sostuvo el mandatario. Aclaró que la quita del subsidio “no significa abandono”, sino “orden, justicia y redistribución real, clara y transparente”. En su criterio, los subsidios del pasado “se usaron para esconder el saqueo” y terminaron condenando al país a la escasez y al descontrol fiscal.
Para asegurar el suministro, el Gobierno anunció además que el diésel será retirado de la lista de sustancias controladas, facilitando su importación para el transporte, la producción, la industria y los sectores estratégicos. “Queremos precios claros y abastecimiento garantizado”, insistió Paz, al subrayar que el desabastecimiento fue una de las expresiones más visibles de la crisis heredada del MAS.
Según el Ejecutivo, la estabilización de los precios permitirá generar recursos fiscales adicionales que, a diferencia de experiencias pasadas, tendrán un destino predefinido. “Estos recursos se van a distribuir 50-50 tanto con el Gobierno central como con los gobiernos subnacionales”, explicó el Presidente. La medida busca fortalecer el desarrollo regional y asegurar que el esfuerzo de los consumidores se traduzca en mayor presupuesto para salud, educación y otros servicios básicos.
Medidas sociales
Consciente del impacto social del levantamiento del subsidio, el Gobierno incluyó un paquete de medidas de protección. “Este decreto tiene un corazón social firme”, aseguró el presidente.
Entre las decisiones anunciadas figura el incremento del salario mínimo nacional a Bs 3.300, un aumento del 20% que regirá desde enero de 2026. Paz precisó que a finales de ese año se volverá a negociar con trabajadores y empresarios “con los datos reales de la inflación anualizada, con equilibrio y con la verdad”.
El Gobierno dispuso también el aumento de la Renta Dignidad a Bs 500, la creación de un Programa Extraordinario de Protección y Equidad que entregará Bs 200 cada cuatro meses a padres, madres y tutores sin aportes contributivos, y la garantía del Bono Juancito Pinto 2026 de Bs 300 por estudiante. “Un país que abandona a sus mayores pierde su alma y Bolivia va a recuperar su alma y su dignidad”, afirmó.
Paz anticipó críticas y resistencias, pero sostuvo que “Bolivia no será el negocio de nadie”. “No prometemos milagros, prometemos la verdad, coraje y trabajo”, dijo, al definir el decreto como “el punto final a un modelo de mentira, despilfarro y corrupción”.
“Bolivia tocó fondo, pero cuando un país toca fondo, solo le queda subir”, afirmó el mandatario.